jueves, 8 de abril de 2010

El Yogurt


El Yogur es un alimento derivado de la leche “sin aditivos”, de consistencia cremosa. Aporta diferentes nutrientes tales como el calcio y contiene numerosos microorganismos llamados lactobacilos que son los responsables de sus propiedades alimentarias y medicinales. El Yogur como alimento altamente nutricional y medicinal es conocido desde tiempos muy antiguos. Moisés, el profeta de la fe cristiana, llamaba al yogur “el regalo de los dioses” y en el mundo árabe de la edad media, un libro científico aparecido en Damasco en el año 633 destacaba sus propiedades terapéuticas. En realidad, el yogur es el resultado de la acción de microorganismos vivos que poseen la capacidad de “cambiar” o alterar el medio donde crecen. En este caso, el medio es la leche. Ésta se transforma en otro producto (yogur) con sus propias características. Los microorganismos de la leche que contiene el yogur son básicamente cuatro variedades de lactobacilos: Acidofilus, Bifidus, Bulgaricus y el Casei. Éstos son los responsables de la transformación de la lactosa en ácido láctico, que da a la leche su grosor y textura y cierto sabor amargo. Al mismo tiempo, hacen que la grasa de la leche se digiera más fácil y neutralizan las bacterias patógenas del sistema digestivo. Por esta última propiedad de los lactobacilos, se ha acuñado la siguiente frase descriptiva: ”El yogur es la más ventajosa y agradable forma de consumir probióticos”.

¿Qué yogur elegir? A pesar de ser un alimento tan antiguo como la vida misma y muy popular en Europa, hace apenas unas cuatro décadas que comenzó a ser tomado en cuenta por los americanos. Específicamente, hace treinta años que los supermercados tienen secciones especializadas con exhibidores repletos de infinitas variedades de yogures. Se recomienda leer siempre las etiquetas de los productos y optar por aquellos con menor contenido de grasa o mejor sin grasa. Por ejemplo, hay un yogur a base de leche de cabra, recomendado para los alérgicos, esta variedad contiene dos veces menos lactosa que los de leche de vaca.

En fin, la industria es amplia y variada, por lo que sería recomendable “leer” las etiquetas, conversar con el médico nutriólogo y quizás la demanda del mercado nos podría orientar hacia la calidad del producto.
El yogur y los niños.
Estos pueden consumir el yogur después del primer año de vida. Gracias a la industria, hoy es posible agradar a su exigente paladar. Es un alimento saludable por su equilibrado  contenido de vitaminas y minerales. Ofrece la ventaja de que puede ser un sustituto de la leche, aunque no de la materna, y se puede dar como merienda mezclado con frutas, cereales, granola, gelatina o solo. Para llevar al colegio es preferible congelarlo durante la noche para que a la hora de la merienda esté frío. Recuerde que los productos lácteos no son la única fuente nutritiva, por tanto, no se recomienda más de dos veces al día para que puedan ingerir otros tipos de alimentos.
... se puede dar como merienda mezclado con frutas, cereales, granola, gelatina o solo.
Al comprar el yogur, es importante mirar la etiqueta para comprobar la fecha de vencimiento, el sabor y los componentes nutritivos. En algunos se indica que son 0% grasa, pero son ricos en azúcar. Por tanto, es recomendable elegir aquellos que dicen “light” porque son bajos en todos los macronutrientes (grasas, proteínas y azúcares).

En fin, el yogur es fuente viva de calcio, fósforo, vitaminas A, C, y del grupo B. Aporta los probióticos (bacterias buenas) que en gran medida protegen de las gastroenteritis. Por tanto, favorece el que los niños crezcan saludables, con huesos fuertes y colesterol normal. ¡El Yogur es un regalo de la naturaleza divina.

Tomado de creciendoenfamilia.com.do

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