sábado, 13 de febrero de 2010

COMO ORGANIZAR UN CUADERNO DE ORACION....

Un cuaderno de oración se puede organizar de muchas maneras; aquí tienes unas pocas sugerencias:

1. Oraciones bíblicas: Anota pasajes de la Biblia que pueden dar forma a tus oraciones e inspirarte en la adoración.

2. Personas inconversas: Apunta las personas de tu entorno que no conocen a Cristo. Y no dejes de orar por ellas. Puede que seas la única persona orando por ellos de manera específica.

3. Familia: No te olvides de orar por los más cercanos: tu novio o esposo, padres, hermanos, abuelos...

4. Temas personales: Incluye tus metas para que Dios las renueve y te dé visión.

5. Iglesia: Ora por los problemas y las alegrías; ora especialmente por los ancianos o los pastores.

6. Temas generales: Puedes incluir la política, los gobernantes, otras organizaciones cristianas, la necesidad del evangelio en tu país.

7. Misiones: No ores en general; escribe los nombres y los temas de misioneros que vas conociendo.

8. Otros creyentes y amigos: Un buen sitio donde anotar algo cuando te dicen: "Ora por mí en el trabajo", etc.

No hay que orar todos los días por todos los temas porque podría resultar abrumador. Puedes turnarte por secciones cada día, usando un marcador de páginas para no perderte.

Puedes empezar un cuaderno nuevo cada año o dos para no aburrirte.

Tomado de cristianadehoy.com

ESTETICA DEL CORAZON..........

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¿Quién de nosotras no disfruta de una hermosa tarde al calor del sol para que nuestra piel quede brillante y nosotras llenas de energía? O, mejor aún, ¿quién no disfruta de unas horas extras en un centro de belleza, donde tratarnos la piel, el cabello y refinar nuestras manos?

Tal vez eres visitadora frecuente de estos lugares que tan bien nos dejan y hasta nos hacen sentir como nuevas. Es interesante pensar cuánto tiempo y dinero algunas mujeres invierten en cuidar su imagen exterior, incluido su guardarropas o vestuario, pero qué poco tiempo invierten en cuidar su corazón.

El corazón, se sabe, es el asiento de las emociones y de la voluntad de las personas. Es por ello que cuando pensamos en el corazón, pensamos en el espejo del alma, el espejo de lo que realmente somos.

En ocasiones nuestro corazón está manchado, deteriorado, dolido por preocupaciones y los problemas del diario vivir. En otros momentos se encuentra tomado por una terrible enfermedad como la vanidad y el egoísmo. ¡Qué mal nos vemos entonces! No olvidemos que el corazón es el espejo de nuestra alma.

¿Cómo te gusta verte al espejo?

Ya lo dice la Biblia: "Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida. Con toda diligencia guarda tu corazón, porque de él brotan los manantiales de la vida" (Proverbios 4:23). La sabiduría, el cuidado y el amor de Dios por nosotras son infinitos; por ello, desde tiempos antiguos, estas palabras nos llegan con el ánimo pronto para detenernos a revisar lo que habita en nuestro corazón.

Y no es necesario hacer nuestra propia lista, pues todas en algún momento nos identificamos con parte de lo que Jesús hacía notar a sus seguidores: "Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos... maldades, engaños, sensualidad, envidia, orgullo e insensatez. Todas estas maldades de adentro salen, y contaminan al hombre" (Marcos 7:21).

¡Ésta sí que es una fantástica radiografía del corazón! Tal vez no te habías puesto a pensar que el corazón también necesita pasar por un centro de embellecimiento. Y aquí mismo está su tratamiento:

En primer lugar, será necesario que enfoques tu vista en Dios: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu fuerza, y con toda tu mente" (Mateo 22:37). Él te ama desde siempre. Por ello prolonga tu vida.

Cuando vuelvas tu corazón a Dios, verás las situaciones de la vida con sus ojos, las vivirás desde su óptica. Podrás levantarte cada mañana y agradecer todo lo bueno del día, y poner en Él todas tus preocupaciones. Tus fuerzas serán nuevas, pues Él mismo nos promete que los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas y también la mente: "Y no vivan ya como vive todo el mundo. Al contrario, cambien de manera de ser y de pensar. Así podrán saber qué es lo que Dios quiere, es decir, todo lo que es bueno, agradable y perfecto" (Romanos 12:2).

En segundo lugar, el enfocar la vista en Dios hará que nuestra preocupación no esté solamente en nuestra persona, nuestra estética, nuestros gustos y deseos. Nuestro corazón se expandirá, recibirá la alegría que hay en amar a nuestro prójimo como a nosotros mismas. ¿Quién no ha sentido alegría en su corazón cuando ha podido ser de ayuda a otra persona? Tal vez una palabra que alentó; un abrazo que consoló; una mano que sostuvo, que compartió caramelos con un niño, ropa con la vecina necesitada... Y cuando lo haces una vez, tu corazón te pedirá hacerlo una y otra vez.

Transitamos por un mundo que mayormente cuida la estética de su persona exterior, la estética de su casa, de sus jardines, de los espacios públicos, pero que poco cuida la estética de su corazón.

¿Cuándo te miras al espejo - pero al espejo de tu alma - a quién te gustaría ver?

¿Cuándo miras el reflejo de tu alma, a quién reflejas realmente?

Los escritos antiguos registran estas palabras que salían del mismo corazón de Dios:
"No mires á su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desestimo; porque Dios mira no lo que el hombre mira; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, mas Dios mira el corazón. He hallado a ... un varón conforme a mi corazón" (1 Samuel 16:7).

Cuando Dios te mira, mira tu corazón.

¿Estas lista para pasar por este centro de embellecimiento? Te acompaño.

Tomado de crsitianadehoy.com

UNA HERMOSA REFLEXION...........

Una hermosa historia cuenta de una cristiana que soñó con tres mujeres que estaban en oración.

Mientras permanecían de rodillas, el Maestro se les acercó.
Se acercó a la primera, se inclinó hacia ella con gracia y ternura, con una sonrisa llena de radiante amor y le habló con voz pura, dulce y musical.
Apartándose de ella, se acercó a la segunda, pero solamente le puso la mano sobre la cabeza inclinada, y le dio una mirada de aprobación.

Pasó junto a la tercera en forma casi abrupta; no se detuvo a hablarle, ni a mirarla.

La mujer, en su sueño, pensó: ¡Qué grande debe ser su amor por la primera! A la segunda le dio su aprobación sin las demostraciones de amor que le hizo a la primera; la tercera debe de haberle ofendido profundamente, porque Él no le dirigió una sola palabra y ni siquiera una mirada al pasar. ¿Qué habrá hecho, y por qué hizo tanta diferencia entre ellas? Mientras trataba de explicarse la acción del Señor, Él mismo se le acercó y le dijo:

“— Mujer, ¡qué mal me has interpretado! La primera mujer necesita todo el peso de mi ternura y cuidado para poder afirmar el pie en el camino angosto. Ella necesita mi amor, mi interés y ayuda todo el día. Sin él, fallaría y caería.

La segunda tiene una fe más fuerte y un amor más profundo, y puedo estar tranquilo porque confía en mi, no importa lo que haga la gente.
La tercera, que según tú no noté y aún descuidé, tiene una fe y un amor de la más fina calidad.

A ella la preparo por medio de un proceso rápido y drástico para un servició sublime y santo.

Ella me conoce tan íntimamente, y confía en mí hasta tal punto, que no depende de palabras ni de miradas ni de ninguna demostración externa de mi aprobación.

No desmaya ni se desalienta ante ninguna de las circunstancias por las que la hago pasar. Confía en mí aun cuando el sentido, la razón y los instintos más finos del corazón natural se rebelarían.
Sabe que estoy trabajando en ella para la eternidad, y aunque lo que hago no se lo explica ahora, lo entenderá después.

Callo en mi amor, porque amo más que lo que las palabras pueden expresar, o el corazón humano puede entender. Callo por amor a ti, para que aprendas a amarme y a confiar en mí en respuesta espontánea y espiritual a mi amor, sin que ningún estímulo externo pida tal respuesta.
Dios hizo la Mujer como un regalo viviente. Mirémosla y tratémosla como tal.

Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo
al hombre. Genesis 2:22.

Mas estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mujer,
y las mujeres de tus hijos contigo. Genésis 6:18.

Tomada de renuevodeplenitud.com

miércoles, 3 de febrero de 2010

¿Orden o limpieza?


En la mayoría de los hogares, la limpieza no suele ser un problema. Quien puede limpia a diario, y quien no, lo hace un poco más a fondo en el día libre que haya disponible durante la semana.

Pero por lo general, la tendencia es a ser desordenados. Llegamos a casa y dejamos los abrigos, los zapatos y las bolsas en cualquier lugar, "a mano" por si los volvemos a necesitar. Lo mismo sucede con otros tantos objetos que utilizamos hasta la hora de dormir. Y esta situación se sucede cada día.

El primer paso para lograr un lugar agradable en el que vivir, es ser ordenados en nuestro día a día. Colocar cada objeto en su lugar una vez utilizado es la clave para que la limpieza sea más rápida y la sensación de casa arreglada sea mayor.

Y si ves objetos fuera de su lugar, aprovecha tus traslados a otras habitaciones para llevarlos y colocarlos donde correspondan.

Tomado de casaperfecta.com